lunes, 28 de julio de 2008

La división interna de la religión: suníes y chiítas

Se trata de conflictos intrarreligiosos. Es rara la religión que no haya dado lugar a divisiones internas. No hay más que pensar en el Cristianismo, que hoy subsiste en tres grandes bloques: Católico, Protestante y Ortodoxo. Lo mismo sucede con el Budismo y con el Islam.

Tal es el caso de los
suníes y chiítas, Thomas L. Friedman escribió para el New York Times acerca de esto:

“Todavía éstos asesinatos en masa, esta profanación y desmembración de musulmanes reales por otros musulmanes, no han incitado una sola marcha de protesta en cualquier parte en el mundo musulmán. Y no he leído de una sola fatwa emitida por algún clérigo musulmán fuera de Irak que condene estos asesinatos en masa indiscriminados de chiítas irakíes y kurdos por esos bombarderos suicidas jihadistas, muchos de los cuales, según un informe del Washington Post, provienen de Arabia Saudita”.


“Religiosamente, si usted quiere saber cómo se ve desde el mundo Sunni a un chiíta eligiéndose líder de Irak, por primera vez en la historia, piense sobre cómo los blancos en Alabama se habrían sentido con un gobernador negro instalado allí en 1920. Algunos suníes no piensan que los chiítas sean musulmanes auténticos, y son indiferentes a las brutalidades contra ellos".

Los sunitas conforman la principal corriente del Islam, que abarca del 80% al 90% de todos los muslimes. Los sunitas consideran que para la sucesión legal de Mahoma es condición suficiente que el califa sea capaz y adecuado para dirigir espiritual y secularmente a los muslimes.

Los chiítas por su parte, exigen que el califa sea un pariente sanguíneo de Mahoma. Tomaron su nombre de Shiat Ali (partido de Alí), el cuarto sucesor de Mahoma, su primo y yerno, que dirigió el Reino Islámico de 656 a 661 como cuarto de los grandes caligas. La fracción principal de los chiítas reconoce además de a Alí a sólo a otros once imanes religiosos. El último de ellos, Al Mahdi, no ha muerto, sino que vive oculto desde el siglo IX. Hasta su regreso, los sabios chiítas son sus administradores.

Las diferencias entre sunitas y chiítas se expresan también en el diferente significado de la palabra imán. Mientras que para los sunitas, el imán sólo es el recitador en la mezquita; para los chiítas, los doce imanes son guías político-religiosos por los cuales se debe orientar la comunidad islámica hasta el regreso del último imán.

Estas diferencias parecen irrelevantes, sin embargo provocan guerras al interior del Islam.


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